Amores imposibles

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Quiero hacerles una pregunta solo  por simple curiosidad ¿han tenido alguna vez un amor imposible?

Pues hay muchos tipos de amores  imposibles. Aquellos que se resisten, aquellos en los que la chispa no prende, y la magia no aparece. Pero también están aquellos en los que el amor explota, la chispa arrasa, la magia perturba sin fin…

A veces nos enamoramos de personas que no debemos o al menos no es socialmente correcto. Así es el amor. En ocasiones surge con fuerza y no respeta leyes, imposiciones, pautas sociales, parentescos y un sin fin de trabas más.

Muchas veces el amor imposible es un amor prohibido o casi prohibido. Dos amigos o hermanos que aman a una misma mujer; el que se enamoró perdidamente de la madre de su mejor amigo; aquellos primos que eran como hermanos y, sin embargo, en todos ellos el amor surgió con una fuerza imposible de controlar.

Las diferencias de edad, el grado de parentesco, las barreras sociales,  culturales, raciales, religiosas… hacen muchas veces que un amor, pese a su fuerza, sea un amor imposible.

Hay quienes tienen la tendencia a involucrarse con personas que no estarán con ellos. Pierden meses e incluso años de su vida a la espera que el amor imposible cambie su parecer y les traiga la felicidad que creen que de otro modo no alcanzarán.

Quiero hacer aquí una aclaración importante. Una cosa es estar “enamorada” o enamorado de un actor (o actriz) conocido. No está mal desear a alguien que sabemos que no nos corresponderá, el problema se les da a quienes se quedan enfrascados con un amor imposible durante demasiado tiempo, y ven sus días pasar, sin ser protagonistas de su vida sentimental.

Si tienes un amor imposible que te impide entablar un vínculo sano y fructífero con una persona, piensa en todo lo que estás logrando y también evitando con esta conducta.

Si realmente estás enamorado de alguien, con todo tu ser, si ese amor tiene una raíz profunda en tu interior, pues puedes lanzarte a conquistarlo

Hay cosas que dependen de ti y de la otra persona para que el amor sea posible… Recuerda, nada es imposible, excepto la muerte… Pero debe merecer la pena.

Inventos de la humanidad creados por error

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¿Alguna vez has escuchado la palabra “serendipia”? Quizás la respuesta sea negativa, pero seguramente al menos una vez te has hecho un examen de Rayos X, has visto fuegos artificiales o has comido papitas fritas.

Son algunos de los inventos de la humanidad que han sido creados por error.

Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca.

En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente, o como decimos a veces, de “chiripa”.

En la historia de la ciencia son frecuentes las serendipias. Por ejemplo, Albert Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos.

La serendipia ha estado presente en la humanidad desde siempre. Una vieja leyenda china cuenta que hace más de dos mil años los fuegos artificiales fueron inventados en la mezcla casual que hizo un cocinero de carbón, azufre y sal de mar.

Al juntar estos elementos, se produjo una explosión que después comprimiría en un tubo de bambú, origen por tanto de los fuegos artificiales, que eran utilizados para espantar a los malos espíritus en ritos como el matrimonio.

En el área de las ciencias médicas se emplea mucho el antibiótico penicilina, que curiosamente, fue descubierto por casualidad. En 1922 Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando se le contaminó una placa de bacterias con un hongo. Más tarde descubriría que alrededor de ese hongo no crecían las bacterias e imaginó que ahí había algo que las mataba. Aunque él no fue capaz de aislarla, ese episodio dio inicio al descubrimiento de la penicilina.

En el caso los Rayos X, en 1896, el físico Wilhelm Conrad Roentgen  había descubierto la relación entre unos extraños rayos catódicos que atravesaban papel y metales y la emulsión fotográfica. Es por esto que se decidió a experimentar con humanos. Le pidió a su esposa que colocase la mano durante quince minutos sobre la placa de cristal que había creado. Al revelar la misma, apareció una imagen histórica: las falanges de la mano de Berta con su anillo de bodas. Esta fue la primera imagen radiográfica del cuerpo humano y aquí nace la Radiología.

Se dice que Arquímides descubrió su famoso Principio mientras se tomaba un baño, al observar que su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido.

Su objetivo inicial era averiguar si la corona de Hierón II, gobernador de Siracusa, estaba hecha completamente de oro o si el orfebre le había añadido plata.

La fotografía y el cine también se han visto muy beneficiadas por los descubrimientos casuales, como el fotograma y el celuloide.

La cocina también le debe algunos grandes inventos a la casualidad. Por ejemplo en 1789, Constantine Fahlberg descubrió la sacarina mientras analizaba una muestra de alquitrán de hulla. Al parecer,  Fahlberg olvidó lavarse las manos después de una jornada de trabajo y cuando probó el pan de su sándwich tenía un sabor muy dulce.

Dulce como el refresco de cola, que fue descubierto por el farmacéutico John Pemberton cuando mezcló varios ingredientes para conseguir un remedio para el dolor de cabeza.

Ocho años estuvo vendiéndose en farmacias y después pasó a ser oficialmente un refresco.

Otras sustancias y utensilios útiles para la cocina que también han sido descubiertos por casualidad son el celofán, el teflón (usado en sartenes y ollas) y el horno de microondas.

Este último lo inventó Percy Spencer en 1945 cuando se encontraba estudiando un aparato de señales de radio con fines militares y se dio cuenta de que la chocolatina que llevaba en el bolsillo se había derretido.

Esos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos otros inventos  hechos por error que pueden estar presentes en nuestros hogares, centros de trabajo o estudio, y en otros ámbitos.

En muchas ocasiones se piensa que para crear un nuevo producto que cambiará la vida de millones de personas, es necesario ser un genio y pasar por un proceso largo y complicado de invención.

Sin embargo, como ya hemos conocido, también existen los inventos que son creados por accidente.

 

Ausencia…

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La emigración siempre ha sido un tema difícil, que ha dejado huellas imborrables en la sociedad cubana. Hoy les quiero contar una historia de sufrimiento y ausencia, cuya protagonista es una joven llamada Martha.

Ella no conoció a sus padres, aunque a veces inventaba sus propios recuerdos y jugaba a dibujarles los rostros en su mente a medida que pasaban los años y esas fotos de ellos que le mostraba su abuela perdían nitidez y vigencia.

Era mi amiga de la infancia y consideraba a mi familia como suya, pero el vacío siempre la ha atormentado. Yo compartía con ella su dolor cuando veía a otros niños en el parque acompañados por “mamá” o “papá”, o cuando llegaban el Día de las Madres y el de los Padres, o cuando debía tomar decisiones importantes y no recibía la guía adecuada. A diferencia de mí, nunca tuvo quien le narrara historias de hadas y princesas, le cantara nanas antes de dormir, le tejiera las trenzas con cintas de colores o le susurrara al oído un “te quiero, mi niña”. Su abuela era su figura materna y la consentía, pero no podía llenar tanto espacio en el corazón de mi amiga.

La primera vez que preguntó por ellos tenía cinco años, estaba en preescolar y escuchó el cuento “Nené Traviesa” de La Edad de Oro; al igual que la protagonista, pensó que sus padres vivían en una estrella. Pero la expresión sombría y el silencio triste de la abuela la hicieron llorar.

Con el tiempo supo la verdad desgarradora: habían desaparecido en el mar una noche, al salir ilegalmente de Cuba “buscando mejores oportunidades”, y perecieron, como otros tantos, en el intento de llegar a la ¿“Tierra Prometida”? del Norte, situada a solo 90 millas.

Desde que se enteró de que la habían abandonado, Martha perdió la alegría, se volvió taciturna e indiferente. No comprendía las razones de su tragedia, pero poco a poco aprendió a perdonar.

Ya tenemos 24 años y ambas pudimos estudiar carreras universitarias (¿qué mejor oportunidad que esa para una huérfana y una hija de obreros?), ella Psicología y yo Periodismo. Quiso estudiar la subjetividad humana, los móviles de las conductas de hombres y mujeres, para explicarse a sí misma por qué sus padres la cambiaron por intereses banales, por objetos inanimados que muchos confunden con la verdadera felicidad, y al final les fue imposible disfrutar.

Ahora vive en La Habana, pasa largas horas en la costa, al mar echa sus flores y le confiesa sus miedos, sueños y emociones, que se pierden en el horizonte con la esperanza de que algún eco lejano les conteste “estamos de vuelta”.

El valor de la sencillez

¿Te consideras una persona modesta?

Tal vez lo primero que te viene a la mente es un “sí”, pero la modestia implica muchas actitudes ante la vida que no todos tienen en cuenta.

En la mayoría de los diccionarios existen varias definiciones de esta palabra,  muy a menudo es presentada como humildad, timidez, o sencillez.

En la sociedad de hoy cualquiera de estas definiciones de modestia pueden ser vistas como negativas, ya que a menudo nos enfocamos en el yo; la autoestima, el auto-respeto, y la expresión propia.

Por ejemplo, esta es una virtud poco común en los países desarrollados debido a que los mismos promueven  conductas como el éxito personal, el individualismo, el placer inmediato, la falta de compromiso…

Según algunas definiciones, la modestia es la actitud que tiende a moderar las acciones externas; implica contenerse en ciertos límites, de acuerdo con las conveniencias sociales o personales.

 También es la cualidad que indica falta de vanidad o de engreimiento.

O sea, que es lo contrario al orgullo,  la soberbia, la ostentación.

La persona modesta generalmente le resta importancia a sus propias virtudes y logros y reconoce sus defectos y errores.

Las prácticas específicas de la modestia varían entre culturas, épocas y grupos de personas.

Sus principios generales promueven evitar la excesiva atención hacia uno mismo, limitando las acciones y actitudes para inculcar comportamientos menos egoístas.  Como afirma un  pensamiento martiano: “¡Que sabia la modestia!” “(…) la sencillez es la grandeza”.

Efectivamente, a  nuestro Apóstol,  a pesar de ser reconocido más allá del ámbito continental, no le importó otra cosa que la felicidad de su pueblo, ni siquiera la reputación personal.

Un ejemplo de eso es cuando le confiesa a  Antonio Maceo: “Yo no trabajo por mi fama, puesto que toda la del mundo cabe en un grano de maíz.” 

También alertó contra la falsa modestia: “Desconfíese de quien tiene la modestia en los labios, porque ese tiene la soberbia en el corazón”.

Y como sabía que todos los extremos son igualmente negativos, dijo: “Que la sencillez sea condición recomendable, no quiere decir que se excluya del traje un elegante adorno”.

En nuestra cotidianidad se hace muy evidente la influencia de culturas extranjeras, que nos hacen creer que valemos por nuestra ropa, por estar a la moda, por lo que tenemos…

Pero precisamente toda esa cultura es la llave al gran vacío interior que comienza a caracterizar a muchos de nosotros, principalmente adolescentes y jóvenes.

Es fácil caer en la tentación de «lucir» en cualquier circunstancia: al entrar a un restaurante, al ir a una fiesta… A veces podemos pasar muchísimo tiempo tratando de encontrar la ropa, accesorios adecuados, y podemos caer en la afectación en nuestra postura y tratar de cuidar cada palabra.

Esto también con frecuencia puede quitarnos totalmente la espontaneidad y la frescura haciéndonos insoportables,…y entonces logramos exactamente el efecto contrario de lo que queríamos, en lugar de agradar desagradamos.

La persona humana está dotada de inteligencia, cualidades y habilidades. Pero ¿para qué convertir nuestra vida en una eterna competencia? ¿De qué sirve estarme comparando constantemente con los demás?

El valor de la sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por sobresalir, sentirnos distinguidos y admirados sólo por la apariencia externa.

Todos debemos luchar por tener una forma de vida más digna, superarnos profesionalmente, pero siempre con sencillez.

Sencillez es apreciar la belleza interna y reconocer el valor de los otros. Es considerar que todas las tareas, incluso la más humilde, tienen importancia y dignidad.

Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.

Probablemente no hay nada más chocante que una personalidad «inflada» o quienes presumen constantemente sus propios logros, cualidades y posibilidades.

La persona sencilla es única, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quiénes somos y lo que podemos.

Vilma en Alto Songo y en la eternidad

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Jamás olvidaré aquel día en que llegaste a mi escuela, la secundaria Miguel Domínguez de Alto Songo, para declararlo centro cultural más importante de la localidad, y así pude conocerte, y ser testigo de tu ternura y sabiduría, por eso conservo el recuerdo de tu abrazo, tus ojos tiernos que parecían acomodarse exactamente en cada trozo del paisaje de mi pueblo.

Hace ya cinco años que tu pueblo te extraña, pero tu presencia no deja de habitar en la cotidianidad de la mujer cubana. En las arrugas cariñosas de nuestras abuelas, a quienes la edad no les impide ser útiles y activas, en la entrega infinita de una madre, en las manos incansables de las trabajadoras y amas de casa, en el sacrificio y la exigencia de las dirigentes y en las esperanzas de cada joven que se lanza a la conquista de un sueño.

Agradecemos a tus padres, al calendario, a la historia o al destino por haberte traído al mundo como mujer santiaguera, esa que no se sabe si por tradición o casualidad lleva en su sangre la disposición para el sacrificio y todo el coraje de su tiempo.

Despuntaste en tu época como relámpago entre las multitudes. Al parecer se te concedieron todas, o casi todas la virtudes: inteligencia, honestidad, sencillez, sentido de la justicia, deseo de superación, sensibilidad, carisma, valor, tenacidad, constancia, capacidad de querer incondicionalmente a los demás. Pudiera enumerar muchas otras pero te resumo en una: excepcionalidad. Solo se te podía comparar contigo misma, estabas en la cumbre de una generación que desafió a los opresores y encabezó la vanguardia revolucionaria de aquellos años.

Bailarina, deportista, dirigente estudiantil, luchadora incansable contra la discriminación, ingeniera, abanderada de la ruptura de esquemas, siempre te impusiste a limitaciones y prejuicios, y eso lo recalcaste cuando te uniste a la clandestinidad, y fuiste cómplice de aquel 30 de noviembre en que Santiago se vistió de verde olivo.

Dicen que la memoria es la dueña del tiempo, y así se te recuerda como heroína perenne de la sierra, protectora de la guerrilla rebelde, luz inextinguible del II Frente, y después madre y guía de las mujeres cubanas. Compañera, hermana, amiga, maestra, la primera de las federadas, promotora de los círculos infantiles, señora sin tacha y sin miedo, defensora sin desmayo de los derechos de las féminas y de su inclusión en todas las esferas de la sociedad.

Tu voz vibrante se alzó en las Naciones Unidas, en la Asamblea Nacional, en foros y Congresos internacionales como representación altiva de una realidad nueva con proa al socialismo. Fundadora de la Revista Mujeres, de la Editorial de La Mujer, de las Casas de Orientación, líder del pensamiento progresista femenino. Lo mismo aceptabas el llamado de encumbrados escenarios que el de los ardientes campos de caña. Digna merecedora del título de Heroína de la República y de las órdenes “Ana Betancourt” y “Mariana Grajales” otorgadas por el Consejo de Estado.

Disculpa que se me queden tantos y tantos de tus méritos por mencionar, espero poder ser absuelta por tu generosidad y comprensión.

Quizás la rutina de las cubanas de ahora, ocupadas en el legado que les dejaste al convertirlas en protagonistas de la vida del país, no les permita recordar, aunque sea cuando el día se apague, que en esta fecha hace cinco años dejaste de caminar entre nosotros.

Sin embargo, cuando practiquen la posibilidad de compartir con su pareja las tareas domésticas; cuando la maternidad no les impida reincorporarse a la cotidianidad social, o cuando marchen seguras de sí mismas a dirigir colectivos, a recibir reconocimientos por sus méritos, a prepararse para hacer lo que más disfruten en la vida, entonces quizás en sus miradas se refleje una veta de gratitud a esa Vilma que sigue iluminando el corazón y las acciones de su pueblo.

 

Metrosexuales en Songo-La Maya: ¿mito o realidad?

En los últimos años, se ha vuelto visible el aumento de atributos tradicionalmente femeninos en varones: pantalones ajustados y a la cadera, cejas arregladas, pelo largo y teñido, cuerpo rasurado o depilado, camisetas de tirantes, uñas arregladas, labios pintados, limpieza facial, peinados de estilo, cintillos, piercing en el ombligo…Imagen

Son tendencias que han cobrado fuerza en el mundo entero, y también aquí en Songo-La Maya.

Para muchos esto se debe al seguimiento de la moda, o se ve como síntoma de rebeldía y protesta de los adolescentes. Otros culpan a la influencia de culturas externas importadas por diferentes vías. Algunos creen que es una receta de los hombres para aumentar la autoestima modificando el patrón estético, y así expresar su desprejuicio en la manera de asumir la masculinidad.

Sin embargo hay quienes piensan que esas actitudes atentan contra la masculinidad, que son cosas de mujeres.

“Metrosexualidad” es un término que se ha popularizado bastante y se ha relacionado sobre todo con algunos hombres famosos, como ciertos deportistas, cantantes, actores…

La palabra metrosexual aún no forma parte del diccionario de la Real Academia Española. De todas formas, su uso es cada vez más frecuente. Es un adjetivo que hace referencia al hombre que se preocupa por su imagen y que tiene ciertos gustos y costumbres asociados con lo femenino. Fue inventado en Inglaterra por el periodista Mark Simpson, quien usó las palabras ‘metro’, de Metrópoli y ‘sexual’, de sexo. Pretendía definir así al ‘nuevo hombre’ del siglo veintiuno.

Mark Simpson, creador del polémico concepto, dice que este tipo de varón es un hombre moderno y desinhibido, sin ningún problema para reflejar que le preocupa su imagen corporal.

Podría decirse que un metrosexual es un hombre que vive en una ciudad, está al tanto de las últimas tendencias de la moda, invierte mucho dinero en ropa, cuida su piel con cremas cosméticas y acude a la manicura.

Y aunque este fenómeno surge y se desarrolla en los países industrializados, donde el mercado juega un papel esencial, nuestro país no escapa a su influencia, incluyendo a nuestro municipio.

Por eso nos encontramos a diario con muchachos que lucen diferentes. Eso sí, es muy importante destacar que la metrosexualidad no está vinculada a la preferencia sexual: los metrosexuales pueden ser heterosexuales, homosexuales o bisexuales.

La metrosexualidad rompe con el estereotipo del hombre rústico que intenta resaltar su masculinidad, una decisión que, en ciertas sociedades, genera rechazo y burlas públicas.

Hay cubanos -y esto lo podemos ver en nuestro municipio- que reproducen los patrones metrosexuales sin saber, en la mayoría de los casos, que están dentro de esa clasificación.

Es cierto que los metrosexuales no siempre son vistos con buenos ojos y hasta los tildan de afeminados. Sin embargo, independientemente de su aceptación o no en nuestra sociedad hay que tener en cuenta que ellos, al igual que las mujeres, tienen derecho a cuidar de su aspecto personal e imagen.

Eso sí, sin obviar los límites y las pautas a seguir. Sin que se convierta en una obsesión o el centro alrededor del cual gire y funcione su existencia.

Los cambios en los atributos de los hombres al asumir elementos de la estética femenina no constituyen necesariamente un símbolo de modificación de pensamiento. Las transformaciones deben producirse en las conductas, en las actitudes, en el comportamiento con los otros, es decir, más allá del exterior.

Tatuajes y piercings: ¿modas peligrosas?

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  Tatuarse la piel y perforarse el cuerpo se han convertido en dos tendencias muy populares en la actualidad, principalmente entre los adolescentes y jóvenes, una realidad que también llega a Songo – La Maya. Aunque muchos ignoran las consecuencias negativas de estas prácticas.

   Si bien es cierto que para la sociedad contemporánea se usan como adornos y estilos de la moda, son costumbres que existen casi desde el surgimiento del hombre y que han pasado de generación en generación, desde las comunidades indígenas hasta la cultura actual.

    Todavía es común ver en algunas tribus africanas cómo se hacen pequeñas incisiones en la cara, se atraviesan los lóbulos de la oreja con colmillos de animales, o se cuelgan aros en los pezones y labios.

    Estas prácticas sirven para identificar el grupo, o para distinguir y clasificar a ciertos individuos de la tribu según el rango o la función que realizan dentro de la comunidad.

     En el contexto actual, además de considerase un artículo de moda, la aplicación del tatuaje y el piercing tiene ciertas connotaciones psicológicas, sociales, y emocionales.

     Los tatuajes consisten en introducir pigmentos en la piel mediante punciones con agujas u otros elementos, quedando visibles y permanentes.

    Sus primeros antecedentes los encontramos en Egipto, donde se han descubierto tatuajes con más de cuatro mil años de antigüedad.

    En un principio, su utilización estuvo vinculada con el pensamiento mágico-religioso y la creencia en la vida ultraterrena.

    El tatuaje fue ampliamente practicado entre marineros, convictos y miembros de clases sociales marginales durante la primera mitad del siglo diecinueve.

    Por su parte, los «piercings» son perforaciones realizadas con aros, pinzas, estiletes, argollas, anillos, barras, que en oportunidades se cierran a presión y en otras a rosca.

    Esta actividad también se realiza desde épocas remotas con fines de cambiar la estética y presentación ante los demás. Las perforaciones más frecuentes se dan a nivel nasal, en los labios, la lengua, la oreja y la región umbilical.

 

   Tatuarse o perforarse la piel no es una decisión que deba tomarse a la ligera, porque puede marcar la vida de cada quien.

   No es solamente una moda que cada vez integra más jóvenes, sino que tiene que ver con motivaciones internas, y también con la edad y la madurez emocional. Lo ideal es que estas motivaciones sean lo más claras posibles, lo cual ayudará a que se tome la decisión de manera consciente y con el conocimiento de sus consecuencias.

   Desde lo psicológico está comprobado que la mayoría de las personas tienen como motivo en la realización de un tatuaje o «piercing», la búsqueda de su identidad personal.

   En el caso de los adolescentes y jóvenes, es común que la apariencia sea su forma de comunicación, su lenguaje para expresarse e identificarse a sí mismos.

   Para ellos, llevar piercings o tatuajes generalmente son maneras de expresar inconformidad, rebeldía, de ir en contra de lo establecido, o simplemente de lucir diferentes.

   Sin embargo, ambas tendencias pueden provocar inconvenientes e implicaciones futuras.

   Además de las posibles complicaciones sanitarias, también pueden ocasionar problemas psicológicos y sociales, principalmente los tatuajes.

   En oportunidades, las marcas persistirán por siempre.

   Estos adornos corporales rompen la barrera de protección natural del cuerpo humano, compuesta por la piel y las mucosas. Debido a eso, pueden ser la causa de la aparición de infecciones por virus transmitidos por la sangre, como los de la hepatitis B y C o el del SIDA.

   También pueden provocar varios tipos de dermatitis, inflamaciones, infecciones por bacterias o por hongos, y reacciones alérgicas.

   En el caso de los piercings, provocan más problemas los que se realizan en el cartílago de la oreja, en la nariz, en los labios, en el ombligo y los genitales.

   Algunos estudiosos mencionan entre sus riesgos la transmisión de enfermedades como la tuberculosis, la sífilis, la lepra y el virus del papiloma humano.

     En fin, que antes de de tatuarse o de colocarse un piercing se deben considerar sus posibles consecuencias. Recordando que los cuidados posteriores son imprescindibles para evitar complicaciones y lograr el efecto deseado.

Giocconda en dudas

 

Me ofreces el título de Giocconda.

Justifico el rechazo:

-¿Dónde están la sonrisa, la nacionalidad francesa?

-Nunca he puesto los pies en el Louvre.

-Tampoco fui secuestrada.

-No me valoran en millones.

-Considero imposible ser centro de alguna subasta.

-Mis ojos no conocieron a Da Vinci.

-Aborrezco las élites.

-Nadie cree que soy perfecta

Una razón me seduce.

Acato el nombramiento.

Como Giocconda,

SOY UN ENIGMA.

Trabajo cultural en Songo-La Maya

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Taller Infantil de artes plásticas Pequeño Gregorio: proyecto de la AHS en Songo-La Maya

   No hay  barrio, comunidad o Consejo Popular de nuestro territorio que esté ajeno a las diferentes manifestaciones de la cultura y el arte. Gracias a técnicos, especialistas, instructores, promotores, instituciones culturales, artistas aficionados y talentos locales, la población songomayense puede reencontrase con su identidad, sus tradiciones y disfrutar de actividades donde la música, la danza, el teatro, las artes plásticas, la literatura o el cine son los mayores protagonistas.

   Hoy el trabajo cultural se encamina hacia la formación y rescate de lo popular y lo tradicional, hacia la promoción de lo más auténtico del municipio y del país. En ello influye principalmente la programación, un área de resultados claves del Programa de Desarrollo Sociocultural, que comprende en nuestro territorio más de 40 proyectos, cuyos componentes básicos según son las interrelaciones entre el artista, el público y las condiciones de presentación.

    En el desempeño de los proyectos  es esencial la creatividad para descubrir vías y métodos novedosos, ajustados a la evolución, recursos materiales y espirituales de cada localidad.

   El imperativo es lograr que todo el trabajo realizado por los artistas, los grupos de aficionados, las organizaciones, en aras del logro del desarrollo cultural del municipio, extendido hasta todos los sectores de la población, contribuya a rescatar costumbres, valores y tradiciones y a hacer de los songomayenses mejores seres humanos.

   Esta labor está estrechamente relacionada con el desempeño de las instituciones culturales y con la conservación, rescate y promoción de la cultura,  y su empleo es necesario además, para fortalecer la identidad de todos los sectores poblacionales e intervenir atendiendo a sus intereses y expectativas.

   El cumplimiento de los objetivos se fundamenta en el balance de las opciones que se ofrecen, las cuales se expresan en la variedad entre las manifestaciones artísticas y de espacios en las instituciones.

   Hoy se trabaja con más de 900 actividades entre acciones de promoción y talleres de apreciación y creación, que son constantemente evaluadas para conocer si son del gusto del público y si cumplen con su función.

   La programación es un proceso cuidadoso que debe tener en cuenta varios factores: el objeto social de la entidad, su papel en el trabajo cultural del municipio, la composición del público que asiste y la promoción de grupos de aficionados, de modo especial de los niños y jóvenes.

   La atención al talento artístico profesional, intelectuales y en especial a los creadores locales, constituye una responsabilidad de primer orden para la dirección  de cultura. Por ello, se prioriza su activa participación en actividades sistemáticas y espacios fijos, donde se muestra su obra. De igual manera es esencial la atención al movimiento de artistas aficionados por medio de los talleres, estimulando la iniciativa y creatividad de sus integrantes. Su incorporación a las diferentes actividades contribuye a ampliar las opciones que se ofrecen a la población.

    La clave está en elevar las acciones que se realizan buscando promocionar lo novedoso, lo interesante, que esté acorde a lo que nos distingue como cubanos y songomayenses.

Cine 3D en Songo-La Maya

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   Se apagan las luces, y detrás de aquellas gafas que aparentan ser comunes y corrientes, cobran vida los personajes de las películas, pero más que eso, te conviertes prácticamente en uno de ellos. Aunque si te quitas los lentes, la pantalla se ve borrosa, las imágenes se desenfocan y se pierde la magia. La tecnología 3d ha llegado a Songo-La Maya para ayudarnos a ver el cine de una manera diferente, donde se desdibujan las fronteras entre lo real y lo imaginario y las emociones se sienten al doble. Muchos desconocen todavía lo novedoso e impactante de la experiencia, y prefieren ignorar las carteleras que se exhiben en los cristales de la Casa Municipal de Cultura Juan López Rizo, en cuyo interior funciona la sala de video en tres dimensiones, con funciones para niños y adultos, en diferentes horarios.

  En mi caso, no quise dejar que nadie me lo contara y preferí verlo con mis propios ojos, o mejor dicho, con las gafas especiales, algo que realmente disfruté muchísimo e incluso dos o tres veces salté en mi silla pues me parecía que los objetos salían de la pantalla y venían hacia mí.

  Es que los diferentes sistemas de cine en 3D (alto, ancho y profundidad) intentan reproducir la manera en que nuestras retinas registran imágenes en el mundo real.

   La visión estereoscópica, nombre que recibe la visión binocular de un objeto mediante dos ojos, produce la sensación de tridimensionalidad cuando el cerebro procesa dos imágenes 2D “capturadas” desde puntos ligeramente diferentes. Para que un ser vivo pueda disfrutar de visión tridimensional, es indispensable que disponga de dos ojos situados en el frente de su cráneo.

   El cada vez más popular cine 3D intenta que el espectador perciba la película de la misma forma que percibe el mundo real. La principal limitación con la que se encuentran los ingenieros es la bidimensionalidad de las pantallas sobre las que se proyectan los largometrajes. Pero una ingeniosa combinación de tecnología y biología hacen posible disfrutar de espectáculos en tres dimensiones.

    La ilusión de profundidad en una fotografía o película, se obtiene mostrando una imagen ligeramente diferente a cada ojo. Es el cerebro quien se encarga de hacer el trabajo restante para construir una imagen 3D.  Los ingenieros encontraron varias formas de enviar a cada ojo de los espectadores imágenes diferentes. La única condición es que el público debe utilizar unas gafas especiales.

   Las primeras películas en tres dimensiones hacían uso de una técnica basada en el color. Pero, en la actualidad, gracias a la microelectrónica, se utilizan gafas con un filtro LCD, que se sincroniza con el sistema de proyección para tapar uno u otro ojo según corresponda. Concretamente, se proyectan dos películas a la vez, una para cada ojo, con fotogramas intercalados. Cuando en la pantalla se proyecta la imagen correspondiente al ojo derecho, las gafas oscurecen el cristal frente al ojo izquierdo, y viceversa.

   Para que todo esto funcione es necesario disponer de películas que hayan sido filmadas con el formato adecuado para su proyección mediante estos sistemas. Se necesitan al menos dos cámaras de video que capturen las escenas a la vez. Una recogerá las imágenes que luego se proyectaran para el ojo izquierdo, y la otra hará lo propio con las correspondientes al ojo derecho.

   Las técnicas descritas sirven, por ahora, para que disfrutemos del cine con un grado mayor de realismo, incluso, se han perfeccionado y en la actualidad ya se habla del cine con más dimensiones que busca una mayor inmersión del público en el ambiente de la película recreando en la sala de proyección las condiciones que se ven en la pantalla, como niebla, lluvia, viento, sonidos más intensos u olores, así como vibraciones en los asientos.

   Esperemos que esta tecnología haya llegado a nuestro municipio para quedarse, pues es una atractiva propuesta para los amantes de la cinematografía.

Aliento fugaz

Atrás me queda tu espacio

Se burla tu sombra.

Husmeo en sus huellas, pero bajo la tormenta

de mi desamparo se diluyen.

¿Qué fue de tus venas, del fugaz aliento,

de la terca palabra, de los impulsos?

¿Qué fue de la carne, de la sed por tu fuego,

 del mimo y el regaño, del más allá en las horas?

Me niegas las respuestas:

Infame sepulturero de abrazos.

Presumo un tiempo árido.

Ambiciono fantasmas.

Retrato la costumbre con el flash de las noches.

Renuncio a cada instante.

Ya me tiembla esta búsqueda

(imposible el  encuentro).

Cedo sitio al poema,

Tan cursi que no escapas.

Consumo cultural en Songo-La Maya

¿Qué se consume hoy en  materia cultural en Songo-La Maya? La pregunta se ha reiterado varias veces en los últimos tiempos y su respuesta es motivo de preocupación para muchos, aunque para otros el asunto no tenga la más mínima importancia. El consumo cultural es un tema complejo, donde no se puede exponer un criterio como si fuese la verdad absoluta.

¿Qué prefiere la población? Las opiniones son tan diversas como personas hay en el municipio, cada una de ellas tiene sus prefencias y sus puntos de vista.

  El consumo cultural no es más que la apropiación y utilización que hacemos de los bienes y productos culturales, en los que predomina el valor simbólico,  sobre los valores de uso y de cambio. De esta manera se ve como una construcción subjetiva donde cada grupo social tiene demandas, motivos y actitudes propias hacia diferentes opciones culturales y perfila identidades bien delineadas que responden a determinadas realidades culturales. Claro que a veces no nos dan la posibilidad de elegir, sino que nos imponen un tipo específico de cultura. Es el caso de cuando nos encontramos en determinado sitio o establecimiento y se difunde alguna música que no es de nuestro agrado.

Existe un criterio generalizado de que los adolescentes y jóvenes songomayenses se inclinan únicamente hacia manifestaciones como la danza y la música, y dentro de esta última hacia el reguetón, ¿Será una simple cuestión de moda o tendrán algo que ver las instituciones culturales? ¿Influirá este fenómeno en la conducto o la personalidad de quienes lo escuchan?

  En Cuba, y en Songo-La Maya, como en muchas partes del mundo, puede afirmarse que padecemos una cotidiana dictadura de la música.  La capacidad de interactuar con ella en cualquier lugar y momento la colocan en un lugar ventajoso con respecto a otras manifestaciones artísticas. La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje y la cultura, pudiendo llegar a influir en costumbres y emociones.

Generalmente, los adolescentes y jóvenes la utilizan música como refuerzo de identificación con su grupo, como vehículo de su rebeldía contra lo convencional, o simplemente para relajarse, entretenerse o evitar el sentimiento de soledad.

  Ahora, la problemática está en que en el panorama musical songomayense desde hace un tiempo el reguetón ha venido imponiendo como una especie de tiranía. Este es un género polémico que cuenta con muchísimos seguidores.

 Sus detractores exponen casi siempre dos argumentos esenciales: poca riqueza en términos de experimentación melódica y el carácter agresivo y obsceno de sus textos.

 Al margen de las inquietudes que pueda suscitar este fenómeno en los especialistas, nos haría bien reflexionar sobre sus efectos en el público que lo escucha desde una posición participativa y para nada crítica.

  Es oportuno replantearnos la indolencia ante los códigos agresivos en los terrenos sociales y sexuales, excluyendo las variantes más moderadas, las cuales sí merecen un espacio.

  El consumo cultural no debe ser homegéneo, aunque gran parte de la población, principalmente adolescentes y jóvenes, prefiera la música y dentro de ella los ritmos más actuales, existe otro segmento que se siente más atraído por géneros musicales diversos y manifestaciones artísticas como las artes plásticas, el teatro o la literatura.    

 Por tanto es un imperativo que las instituciones culturales abran el diapazón, incrementen las acciones y las ofertas dirigidas a todo tipo de público y de preferencias, que no se encasillen y se preocupen por formar y educar un poco más el gusto estético de los pobladores songomayenses.       Imagen

 

Los peligros de quemar etapas

etapas-vidaUna frase muy común en nuestros días es la expresión “quemar etapas”, que generalmente se aplica a los niños y adolescentes cuando estos se adelantan a su tiempo, o sea, cuando tienen comportamientos propios de los adultos.

El término se asocia con la madurez precoz o la adopción de responsabilidades ajenas a la edad. Por ejemplo, se ha vuelto habitual en la cotidianidad songomayense, ver niñas y niños que actúan como las personas mayores, visten como ellas, tienen conversaciones anticipados a su tiempo, y cantan y bailan música inapropiada para su edad. Sigue leyendo

!Cuidado con los rayos del sol!

Cuba es un eterno verano, así aseguramos quienes vivimos en esta isla del Caribe, y mucho más quienes habitamos las provincias más orientales. Por estos meses, en que se acerca la temporada estival, la frase cobra más fuerza, el sol nos avisa de su presencia cotidiana con un calor casi insoportable. Y aunque llueva, muy  pocas veces podemos hablar de  un clima fresco.

Algo casi inevitable para nosotros resulta exponernos a la influencia del astro rey, que a pesar de su importancia para la vida, también puede ocasionar innumerables perjuicios.

 No es menos cierto que el sol provoca efectos muy beneficiosos sobre el organismo y es sabido desde siempre que sin él no podrían sobrevivir ni los animales ni las plantas.

En relación al metabolismo humano, estimula la formación de vitamina A y D, que contribuye al desarrollo de los huesos y dientes. Su luz también  tiene influencia en diferentes funciones fisiológicas, entre ellas la fertilidad y los cambios de humor. Sin embargo,  no se debe abusar de sus bondades.

La exposición a la luz solar natural o artificial, voluntaria o involuntaria, puede llegar a ser muy dañina para la piel.

Tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud, las radiaciones solares ejercen efectos negativos para la salud, principalmente vinculados a diversos tipos de cáncer de piel, envejecimiento prematuro de la misma, así como a cataratas y otras enfermedades oculares.

Por otro lado, la incidencia de los rayos solares también nos puede hacer sentir realmente agotados e incluso llegar al punto de hacernos perder el conocimiento.

La energía procedente del Sol llega a la Tierra en forma de rayos visibles, infrarrojos y ultravioletas. En la mayor parte de los casos, los rayos ultravioleta reaccionan con una sustancia química de la piel llamada melanina.  Esta sustancia constituye la primera defensa frente al sol, ya que absorbe gran parte de sus rayos.

Las quemaduras solares se producen cuando el daño provocado por los ultravioletas supera la protección que la melanina de la piel puede proporcionar.

A largo plazo, los rayos Ultravioletas de tipo B son absorbidos por el ADN y causan alteraciones en el genoma. Los de tipo A también se absorben y se transforman en radicales libres, que alteran el material genético y saturan los sistemas defensivos de la piel. Por tanto, cuando las exposiciones son excesivas, las células anormales proliferan y acostumbran a formar carcinomas o melanoma (cáncer de piel).

Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada año se producen en todo el mundo más de dos millones de cánceres de piel distintos del melanoma y doscientos mil melanomas malignos.

Estos afectan más a las personas de piel clara por la ausencia relativa de pigmentación. Aunado a ello, el grado de riesgo a la salud ante los efectos de los rayos ultravioletas solares es mayor en algunos grupos poblacionales, como los niños pequeños, las personas que presentan reacciones dérmicas al sol, así como aquellos que trabajan o practican deportes a la intemperie.

Actualmente el incremento del deterioro en la capa de ozono impide que esta filtre los rayos ultravioletas y como resultado, el impacto de las radiaciones sobre la piel y los ojos es más intenso, provocando lesiones y consecuencias a corto y largo plazo.

Puede decirse que el sol se acumula y tiene memoria, de modo que la piel «recuerda» toda la radiación que ha recibido desde la infancia. Tomar el sol no es sólo estar dorándonos en la playa, sino también caminar por ella, permanecer muchas horas en la calle por motivos profesionales, deportivos o recreativos..

Uno de los errores más frecuentes es pensar que el peligro de los rayos del sol solamente se siente en verano y con elevados grados de calor, cuando en realidad  hace efecto durante todo el año.

Para prevenir o disminuir estos riesgos existe una serie de estrategias de protección. Entre ellas, evitar la exposición directa, especialmente en el horario en que los rayos son más fuertes (entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde); usar ropa cómoda, fresca y preferiblemente de colores claros; usar gorra, sombrero, gafas de sol, sombrillas, y evitar el bronceado artificial.

En cuanto a las actividades físicas, es mejor realizarlas en los horarios más frescos. Beber agua con regularidad, aunque no se tenga sed, es también una garantía.

Además es importante el control dermatológico posterior a la época estival para evaluar la piel en su totalidad después de varios meses de exposición solar.

En fin, no somos pocos quienes tomamos el sol diariamente aún sin quererlo, porque está vinculado a la mayoría de las actividades que realizamos a diario, principalmente  productivas, agrícolas, pecuarias, deportivas, recreativas,  o porque simplemente caminamos de un lugar a otro. Es algo que no podemos evitar, pero sí tomar las medidas necesarias para disminuir los efectos de los rayos solares en nuestro organismo.

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Dime cómo te llamas y te diré quién eres

 

¿Se ha puesto a pensar usted alguna vez en la cantidad de nombres que  recibimos a lo largo de nuestra vida? Sí, no abra los ojos ni arrugue la frente. Porque con el paso de los años somos algo más que una mezcla de nombres de pila como Luis, Rosa, Marta o Jorge, por poner ejemplos, y dos apellidos como Domínguez, Reyes, Santos o Pérez.

Cuando aún estamos en el vientre de nuestra madre, el vocabulario médico y científico nos designa con  vocablos como huevo, cigoto, feto, eso somos hasta que nacemos y entonces nos convertimos en el recién nacido, el lactante, el bebé, la criatura, el nené o el chichí. Luego nos inscriben y adoptamos 1 o 2 nombres y 2 apellidos que  serán nuestra identidad hasta que perezcamos, a no ser que cuando nos convirtamos en mayores de edad los cambiemos por otros que nos resulten más agradables.

Y así a medida que vamos creciendo nos conocen como el niño o la niña, el adolescente, el joven, en estas edades pueden surgir los alias o apodos, yo por ejemplo era “la pelá” para una de mis tías, en la primaria fui “la hormiguita” y “chivichana” por mi pequeña estatura, característica que aún me acompaña, después pasé a ser únicamente Lili y descubrí que en otro idioma me llamaba lirio.

Para nuestros familiares somos hijo, hermano, primo, nieto, sobrino, mami o papi, abuela o abuelo. Para muchas personas podemos ser el compañero, el colega, el amigo, tal vez seamos la pareja, el novio o la novia. Mientras para otros, solo seremos Fulanito de tal o Menganito de tal.

En esos años, podemos llamarnos el escolar, el pionero, el alumno, el estudiante, el universitario, y después quizás nos lleguen títulos como el Licenciado, el Máster, el Doctor, o nos pueden asignar el nombre de nuestras profesiones y oficios: psicólogo, médico, abogado, periodista, zapatero, contador, cuentapropista. Podemos asistir a algún evento y ser el participante, el ponente, el concursante, el invitado o el jurado. O a una actividad y ser el  público o el artista. En cuestiones sociales se nos puede nombrar habitante,  civil, ciudadano, poblador.

La lista se va extendiendo si recibimos algún servicio de salud y nos conocen como el paciente, si asistimos a un establecimiento nos convertimos en el cliente, el consumidor, el usuario, en los centros laborales somos el trabajador y si asumimos un cargo entonces nos transformamos en el director, el secretario, el administrador, el gerente, el presidente.

En las organizaciones políticas y de masas ocurre lo mismo, nos conocen como el militante, el cederista, la federada, el afiliado, el integrante o el miembro, por solo ofrecerles una muestra.

Un consejo: trate de no ser nunca reconocido como el incumplidor, el rezagado, el indisciplinado, el impuntual, el delincuente, el burócrata, el tacaño, el apático, o el antisocial en ninguno de los ambientes en que se desenvuelva.

Y por supuesto que si me pongo a mencionar todas las posibles denominaciones que pueden acompañarnos con el paso del tiempo, probablemente no acabaría en unos cuantos meses, así que le propongo a usted mismo seguir investigando, hacer su propio expediente de nombres y sabrá de cuántas maneras se le ha conocido desde que vino al mundo.